Sorprendente curiosidad que nos deja el Rey de marruecos Mohamed VI y que, rompiendo la tónica habitual, pasó no hace mucho tiempo…
Y es que, nada más subir al trono tras la muerte de su padre, Hassán II, en 1999, nuestro personaje decidió CERRAR EL HARÉN DE SU PREDECESOR. De esta forma el Rey pasaba a ser hombre de una sola mujer, algo insólito en los últimos 100 años
La primera medida tomada por el Rey no dejaría sin compensación a las concubinas de su padre, a las que expulsó del Palacio Real de Rabat, pero a las que adjudicaría una casa a cada una y una pensión vitalicia “por tantos años de dedicación a la corte”
Esto es una de las paradojas ya no de la Historia (recodemos que esto pasó como quien dice ayer) y, por qué no decirlo, un acto de entrega del rey a su mujer y la eliminación de una costumbre instaurada en el mundo islámico. Marruecos es el único país islámico donde la poligamia no está prohibida pero sí limitada desde 2003.
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